Esto sí que es una solemne tontería

"Si España dejase de ser católica, dejaría de ser España."
Más que un garrafallo podemos decir que esto se debe catalogar como una tontería. Este pobre hombre, llamado Cañizares, dijo esta tontería en un momento de inspiración divina.
Una tonadillera hubiera dicho "Si España dejase de ser folclórica, dejaría de ser España." "Si España dejase las corridas de toros, dejaría de ser España." Habría dicho un amante de los toros. Seguro que un castellano antiguo hubiera dicho "Si España dejase de sembrar trigo, dejaría de ser España.".
Tonterías como ésta y otras muchas se le pueden perdonar a cualquier palurdo que las suelte en la barra del bar pero son imperdonables en un sujeto representante de Dios en la tierra y que es leído y escuchado en esta tierra que dejaría de ser España más pronto que tarde porque dejará de ser católica, gracias a Dios.

También tenemos garrafallos divinos

Todo el mundo sabe (hasta los ateos lo sabemos) que Dios es justo, infinitamente justo. El Dios de los creyentes de todas y cada una de las religiones es infinitamente sabio pero también es infinitamente justo, infinitamente y más.
Todos sabemos, porque nos lo han enseñado, que la justicia es ciega y por eso Dios es infinitamente ciego.
Sólo así puede explicarse que cometa este absurdo garrafallo al elegir a sus representantes en la tierra. Infinitamente cutres, infinitamente retrógrados, falsificadores y enemigos de la verdad, infinitamente manipuladores, infinitamente hipócritas, embaucadores y corruptos, hipócritas y sepulcros blanqueados les llamó el hijo de María.

Empezamos con EL País y La Esperanza

Los espionajes al PP de Madrid, paso a paso.
Según ha destapado el periódico 'El País', la Consejería del Interior de la Comunidad de Madrid cuenta, supuestamente, con su propio servicio de espionaje. Gaceta.es desgrana una trama cada día más complicada.

Aquí tenemos tres de los implicados en la supuesta trama de espionaje.

Nos encontramos ante un garrafallo o fallo garrafal tanto si las noticias son verdaderas como si son falsas.

Si esto es verdad, la que ha metido la pata con calcetines blancos incluídos, ha sido la señora Esperanza.

Si la información es falsa, el garrafallo es del diario El Pais. Un fallo garrafal de políticos o de periodistas.

También existe la posibilidad de que todo se quede en nada y tanto los políticos como la prensa lleguen al acuerdo de dejarlo como está para seguir viviendo a costa nuestra.

Es este caso, sería yo el del garrafallo por meterme donde no me llaman.